Por definición, el abuso infantil incluye una serie de formas de maltrato grave, que abarca abuso físico, descuido físico, abuso verbal, abuso emocional y abuso sexual. Algunos infortunados niños experimentan varios tipos de abuso. Por ejemplo, un niño que experimenta repetidos episodios de abuso emocional podría también resultar víctima de violencia física ocasional e intencional. El abuso físico grave (aún si se trata solamente de un estallido muy eventual de padres abrumados con ira fuera de control) puede ocasionar daño permanente en los niños y, en algunos casos, la muerte.